Creía recordar que la época en que amigos y vecinos se mataban por el color de una camiseta y las ideologías de un Gamonal perteneció a nuestros abuelos, los colombianos necesitamos purificar nuestros genes y ser realmente democráticos, porque pelo es lo que falta pal moño, vivimos soñando en la utopía, empalagados por la demagogia, la lisonja y la adulación, están invitados a la reflexión, a razonar sin apasionamiento y con objetividad, a vivir sin rejas ideológicas y sin fronteras políticas, como verdaderos seres humanos.